Convergencia de interfaces y co-branding: el caso Huawei-Leica.

Foto: las formas orgánicas del centro La Nuvola (Roma)

Los días 8 y 9 de noviembre estuve en dos eventos complementarios:  el Huawei European Innovation Day  y el Huawei Eco-Connect  Europe 2018. Ambas jornadas, organizadas en el maravilloso centro La Nuvola (Roma) diseñado por Massimiliano Fuksas (no se pierdan esta entrevista a este referente de la arquitectura), contaron con la participación de la plana mayor de la empresa china y cientos de actores tecnológicos, científicos y culturales, no sólo europeos, que pusieron en evidencia la filosofía de Huawei basada en la creación de ecosistemas que aceleran la innovación. Junto con un pequeño grupo de expertos en tecnologías digitales (Ian Calvert, Sally Eaves y Elise Quevedo) fui invitado a participar en los dos eventos.

En este post quisiera focalizarme solo en una de las intervenciones, la de Michael Frank, director de desarrollo e ingeniería de Leica Camera AG, dado que me interesó mucho desde la perspectiva de un modelo eco-evolutivo de las interfaces. En este caso, el gran tema es la convergencia de dispositivos tanto en un plano tecnológico como simbólico. Por donde se la mire, la colaboración entre dos empresas/marcas de primera línea es un objeto de estudio ideal para analizar las relaciones, tensiones y posibilidades que se generan al cruzar viejos y nuevos actores de la ecología mediática.

Leica

La empresa Leica nació en Alemania en 1913. Su primer modelo, la mítica Ur (ver imagen), fue diseñada por Oskar Barnack.  Pensada para fotografiar paisajes durante las travesías en la montaña, esta cámara utilizaba película cinematográfica de 35 pero en forma horizontal, «extendiendo el tamaño del marco a 24×36 mm con una relación de aspecto 2:3, en lugar de los 18×24 mm de cámaras de cine que transportaban la película verticalmente» (Wikipedia) . El uso de películas de 35 mm y la evolución de las ópticas hizo posible el desarrollo de cámaras cada vez más pequeñas y fáciles de usar.

En 1930 se presentó la Leica I Schraubgewinde, una máquina que incluía un sistema de lentes intercambiables. La Leica II se produjo por primera vez en 1932 y contaba con un visor separado (que mostraba una imagen reducida) y un visor de distancias, mientras que la Leica III añadió velocidades de obturador lentas hasta 1 segundo, y el modelo IIIa llevó la velocidad de obturación a 1/1000. Este modelo fue el último diseñado por Barnack. A partir de 1964 la empresa entró en el mercado de las cámaras réflex (Leicaflex). Poseer una Leica ha sido el sueño de infinidad de fotógrafos. Muchos reconocidos artistas las han utilizado, sobre todo para la fotografía en exteriores, desde Henri Cartier-Bresson hasta Robert Capa. También fue la cámara preferida de fotógrafos de guerra como Larry Burrows. Su valor en el mercado anticuario es enorme: una Leica del 1923 llegó a subastarse por 2,6 millones de euros.

Huawei

Como conté una vez en este blog, Huawei Technologies Co., Ltd. es una empresa privada de telecomunicaciones fundada en 1987 por Ren Zhengfei, un ex-ingeniero de las fuerzas armadas chinas. Hoy la empresa es uno de los principales proveedores de tecnología del mundo; entre sus clientes se encuentran los mayores operadores de telecomunicaciones. Si bien su ingreso en el mercado de los dispositivos móviles es reciente (durante sus primeros 20 años su negocio se concentró en las antenas, centrales de datos y otros equipos de telecomunicación), en pocos años ha logrado como uno de los actores principales de ese sector.

En sus orígenes, Huawei se especializó en llevar conectividad a los puntos más remotos de la China, colocando antenas y centrales de datos en montañas, desiertos y otros lugares de difícil acceso. Esta experiencia resultó fundamental cuando la empresa dio el salto internacional y comenzó a colocar su tecnología en mercados emergentes de Asia, África y América Latina con espacios geográficos muy variados. La colaboración entre Huawei y China Mobile, por ejemplo, permitió conectar la estación que se encuentra en el Monte Everest a 6.500 metros de altitud.

En la última década Huawei ha penetrado en el mercado consumer, al principio en la parte baja de la tabla (produciendo dispositivos económicos para mercados con menores recursos), para después escalar hasta la gama alta y disputar palmo a palmo el territorio a Samsung y Apple. Este es el contexto en que debemos situar la colaboración entre Huawei y Leica.

De lo analógico a lo digital, de lo material a lo simbólico

Si bien algunas empresas como Kodak al principio despreciaron los procesos de digitalización y, cuando intentaron subirse al tren, ya era demasiado tarde, otras optaron por crear alianzas que no solo les garanticen su supervivencia sino también su expansión en un nuevo territorio. Este es el caso de Leica, la cual ha seguido los pasos de la empresa Zeiss, la cual lleva varios años trabajando conjuntamente con Nokia. La colaboración entre Huawei y Leica se expresó en el codiseño de los sistemas fotográficos del modelo P9, el cual incluía una doble cámara (monocromo + blanco y negro) que marcó una diferencia en un mercado tan competitivo.

El más reciente modelo P20 Pro (2018) viene con tres cámaras dotadas con diferentes sensores: un sensor RGB de 40 megapíxeles, un sensor monocromo de 20 megapíxeles y un sensor telefoto de 8 megapíxeles. Además de la triple cámara, el P20 Pro incluye un uso autónomo de la inteligencia artificial que no depende de la nube sino de la propia capacidad de cálculo del dispositivo a través de una unidad de procesamiento neuronal – NPU). La IA permite entre otras cosas analizar la escena para elegir el modo más adecuado o estabilizar la captura nocturna sin necesidad de trípode.

El valor de la cooperación entre Leica y Huawei va mucho más allá de lo tecnológico. La inclusión de tecnología Leica dentro de los smartphones de Huawei le permite a la empresa china incorporar más de un siglo de experiencia en la construcción y comercialización de máquinas fotográficas de altísima calidad; por otra parte, esta alianza le abre camino a Leica en el nuevo territorio digital de la mano de un gran actor que conoce ese mundo como pocos.

A nivel simbólico, Huawei debe lidiar con el estigma de ser una empresa china que copia modelos «diseñados en California» o produce dispositivos de baja calidad. Esa visión está cambiando de manera acelerada (ver mi post sobre el nuevo ecosistema tecnológico chino). La alianza con Leica y otras marcas occidentales como Porsche o Pantone demuestra que Huawei quiere moverse en la misma sintonía de excelencia. Pero Leica también gana con la colaboración: de ser una marca prestigiosa en el mundo de la fotografía analógica pasa a convertirse en una empresa cuyo nombre aparece en las cámaras de dispositivos móviles que utilizan la inteligencia artificial y el machine learning para llevar la fotografía a otra dimensión. El co-branding no solo se manifiesta en el uso del logotipo (Leica), el diseño del smartphone (Porsche) o los colores de los dispositivos (Pantone); en el caso de Leica, la alianza se refuerza cada vez que se realiza una foto y suena un click como el obturador de una Leica. Al incluir el sonotipo, las marcas dejan de ser un simple signo gráfico (el logo) para transformarse en una experiencia multimodal.

Futuro

¿Qué se anunció en Roma respecto al futuro de la fotografía móvil? Hong Zhou, responsable de Huawei Research EU, dejó caer que se podrán realizar fotografías más rápidas y, atención al dato, obtener imágenes que cubran partes del espectro electromagnético invisibles al ojo humano. O sea, no nos debería sorprender que en breve aparezcan cámaras destinadas al mercado consumer con capacidad de realizar fotos (por ejemplo imágenes térmicas) donde aparezcan cosas que no vemos a simple vista. Pero también conviene tener bajo control lo que pasa en la hibridación con otras interfaces. Como vemos en la imagen, por un lado el 5G permitirá expandir la capacidad de organizar, compartir y archivar nuestras imágenes, mientras que los avances en la composición de la imagen llevarán a nuevas alturas los aspectos creativos; finalmente,  las interacción con los drones permitirán «capturar el momento». Es precisamente ahí, en la concatenación entre interfaces, donde se juega el futuro evolutivo no sólo de la fotografía móvil sino de los mismísimos smartphones.

Bonus track

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