The broadcasting strikes back?

Hagamos un poco de historia. A mediados de la década de 1990 se desarrolló la guerra de los browsers, un conflicto que vio al primer navegador con interfaz gráfica for the masses -estamos hablando de Netscape– enfrentarse al gran coloso de la informática que había llegado tarde la web con su propio navegador -léase Internet Explorer de Microsoft-. Todos saben cómo terminó esta guerra:Browser_Wars_(en).svg

Fuente: Wikipedia

Además de incluir su browser dentro del sistema operativo de cada PC , la actualización permanente de su navegador fue parte de la estrategia de Microsoft para conquistar las pantallas de millones de usuarios de la Web. La tecnología inventada por Tim Berners-Lee se desarrollaba a una velocidad infernal y Microsoft debía recuperar el tiempo perdido. En octubre de 1997 apareció MS Internet Explorer 4.0, la nueva versión del navegador que trató  de integrar de manera más profunda el código HTML con el sistema operativo Windows. Una de las tecnologías que favorecía esta fusión era Active Channel, la cual permitía sincronizar el contenido de una web para recuperarlo desde el desktop y verlo offline.  ¿Cómo aparecían organizados estos contenidos? Gracias al uso del Channel Definition Format el usuario se encontraba en la pantalla una serie de «canales» o botones que lo conducían directamente al contenido deseado. Como podemos ver, la mayoría de los Active Channels estaban gestionados por las grandes corporaciones del entretenimiento y la información de los Estados Unidos:

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Los usuarios que estábamos más comprometidos con el desarrollo de una web abierta y democrática -gracias a las ideas de filósofos como Pierre Lévy sobre la inteligencia colectiva– reaccionamos de manera indignada de frente a este avance de la lógica televisiva dentro de la red. Los Active Channels no eran otra cosa que un caballo de Troya televisivo que amenazaba con liquidar el paradigma de la red.

Inspirados por la lógica push (enviar contenidos a los usuarios a la manera del broadcasting tradicional), la incorporación de los channels en la interfaz del navegador era parte de una estrategia mayor de Microsoft por fusionar el sistema televisivo con la red. Allá por 1997 Nancy Winnick Cluts and Michael Edwards escribían que

While the Active Desktop for IE 4.0 is just part of the story, it is a critical component of Microsoft strategy for moving the Windows platform into the 21st century. If you read about the Microsoft acquisition of WebTV and the announcement about how the next version of Windows is scheduled to include broadcast TV capabilities, you know Microsoft is serious about figuring out how to merge the capabilities of computers and TVs, and how the Internet changes the way people are entertained and stay connected with the world (A Preview of Active Channel and the Active Desktop for Internet Explorer 4.0).

La frase clave es «how to merge the capabilities of computers and TVs».  Sin embargo este primer intento de fusión entre red y televisión fracasó, no tanto por el desprecio de los usuarios sino sobre todo por la llegada de la tecnología RSS, la cual consolidó la tecnología pull (en la cual es el usuario quien atrae los contenidos que desea hacia su ordenador). Los Active Channels fueron eliminados a partir de la versión 7.0 de Internet Explorer (2006), demostrando una vez más que  la evolución de las tecnologías no es una sucesión lineal de dispositivos sino una red de interacciones entre diferentes actores.

Señales (I): Video-content is king

Atención a este dato: la mayor parte del flujo de datos a través de las redes digitales está compuesto de imágenes en movimiento:

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Cada vez más los videos ocupan la red y se convierten en uno de los consumos principales de los usuarios.

Señales (II): Behind every great video is a great channel

Ya en el año 2005, poco después de su creación, YouTube incorporó los channels como una de las posibles formas de organización de sus contenidos. En diciembre de 2011 la empresa rediseñó su interfaz para poner los canales al centro de su sistema:

YouTube-Paid-channels

Dos meses antes de este cambio en la interfaz habían anunciado la expansión de su oferta de canales:

Wonderful things happen when cool technology meets great entertainment. Cable television expanded our viewing possibilities from just a handful of channels to hundreds, and brought us some of the most defining media experiences of the last few decades– think MTV, ESPN and CNN. Today, the web is bringing us entertainment from an even wider range of talented producers, and many of the defining channels of the next generation are being born, and watched, on YouTube.

En otro comunicado la empresa sostenía que «more and more, behind every great video is a great channel (…) The YouTube homepage is your gateway to a vast entertainment universe. To help you get more into YouTube, we’re making it easier to find and follow great Channels when you arrive».

Señales (III): Red Bull Stratos

El proyecto Red Bull Stratos fue visto en streaming a través de YouTube por 9,5 millones de usuarios.

Señales (IV): Twitter lanza Moments

Madhu Muthukumar, product manager en Twitter, lo describió de esta manera:

Muchos no saben a quién seguir. No saben lo que está pasando. Pensamos que la mejor opción para entender Twitter sin tener que comprender los hashtags o los retuits.

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En Moments se podrán ver las siete u ocho historias del momento en «tiempo real». Tendrán un título, descripción y una selección de contenido. Actores mediáticos muy importantes NBC, The New York Times, NASA y la liga de béisbol ya están experimentando con este servicio (más info en este artículo de Wired).

Final abierto

En las últimas semanas participé en dos eventos donde confluimos profesionales e investigadores para debatir el cruce y las tensiones entre las redes digitales y el broadcasting: si en Torino nos reunimos convocados por la RAI -en el marco del Prix Italia– para charlar sobre «The Video and Web Generation in 2025″, días más tarde la conversación se retomó con otros interlocutores en el Consell de l’Audiovisual de Catalunya para analizar los «Nous formats de la televisió». En ambos casos me encontré con algunas voces provenientes del mundo del broadcasting que, lejos de lamerse las heridas como suelen hacer los editores de diarios ante la invasión digital, defendían a capa y espada la centralidad del broadcasting y expresaban una gran confianza en el futuro de la televisión clásica.

Para los que venimos sosteniendo desde hace años la progresiva pérdida de peso del broadcasting de frente al avance de los contenidos audiovisuales anytime, anywhere, me sorprendieron bastante estos planteos. Si bien no podemos decir con certeza cómo será el futuro de la televisión (les recomiendo la lectura de El fin de los medios masivos. El debate continúa que editamos con Mario Carlón o esta entrevista a Eliseo Verón para acceder a la complejidad de estas discusiones), creo que podemos acordar que el consumo de contenidos audiovisuales ha cambiado de forma profunda desde la llegada de la Web. Esta transformación ha llevado, entre otros procesos, a la atomización de las audiencias, la explosión de dispositivos de acceso a los contenidos y al proliferar de prácticas de consumo asincrónicas e individuales. En otras palabras, nuestra dieta mediática ha cambiado.

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¿Estamos en una fase de transición radical y sin vuelta atrás del broadcasting a las redes? ¿Desaparecerá el broadcasting tradicional? ¿Quedará reducido a ciertas expresiones puntuales de «event TV», por ejemplo la transmisión de un partido de fútbol o el episodio final de una serie? ¿O asistiremos cada vez más a la emergencia de formas híbridas -por ejemplo el broadcasting dentro de YouTube de Red Bull Stratos- en la ecología mediática? ¿Vamos hacia una comunicación de masas asincrónica, como la que se perfila en los canales de los YouTubers con sus millones de suscriptores?

Como ya lo mencioné más arriba, la evolución de los medios (al igual que la de cualquier otra tecnología) es una red de interacciones que hace muy difícil predecir escenarios futuros. Sin embargo es evidente que ciertas lógicas propias del broadcasting se están metiendo en las redes y abriendo paso con el beneplácito de los usuarios. Lo que en los años 1990 indignó a unos cuantos navegantes -el contrabandeo de la lógica televisiva de los channels dentro del navegador de Microsoft- hoy es moneda corriente en YouTube y a nadie se le mueve una pestaña.

Nos vemos en el próximo post, siempre en el mismo blog y a la misma … (la hora la ponen ustedes).

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