Ya están apareciendo las primeras reseñas de Hipermediaciones. El género paratextual de la reseña tiene sus trampas: a veces la reseña no termina hablando del libro al cual está dedicada, se va por las ramas y acaba siendo una coartada del reseñador para hablar de otra cosa. Por suerte la reseña de Raquel Herrera (experta en relatos interactivos y autora del blog Tempus Fugit) se mete en el texto para iluminar algunas cosas que le interesan y reflexionar sobre otras que no están.
Según Raquel «evidentemente el libro plantea muchas cosas y se entiende que con el concepto hipermediaciones no pretende ofrecer una solución teórica sino dibujar un mapa de lo que se está tratando en la actualidad. Cualquiera que investigue sobre comunicación digital se verá reflejado en los paradigmas de la tabla de la página 128 (crítico, empírico-analítico, interpretativo-cultural y semiótico-discursivo, reelaborados a partir de los de la comunicación de masas) y supongo que como yo se sorprenderá al darse cuenta de lo mucho que picotea de los cuatro, incluso sin percatarse». Creo que el espíritu transhumante que menciona Raquel es común a todos los que investigamos la comunicación, un campo de saber que se parece al bar de Casablanca, donde se sientan a beber sociólogos, semióticos, antropólogos, filósofos o ingenieros.
Me interesó la lectura que dejó caer Raquel sobre el mapa de conversaciones teóricas: «también he de añadir que en la confluencia de conversaciones sobre ciberculturas que se plantean en la figura de la página 290 (esto es, semiótica, narratología, teoría del hipertexto y ludología por un lado, y teoría de las redes e Internet studies por otros) sigo echando en falta algo. No sé lo que es, y no creo que sea responsabilidad de las teorías de comunicación. Seguramente mi propio hacer bastardo, que no acabar de creerse que se pueda hablar de ciencias cuando lo que se estudia no es falsable, tenga toda la culpa (creo que sería algo así como: «¡Dios ha muerto, así que dediquémonos al arte!»)…». Ese sector del mapa (ampliado en la imagen que acompaña a este post), a igual que el resto, es sólo un borrador de conversaciones teóricas. Seguramente se pueden sumar otros interlocutores (en el libro yo busco identificar los interlocutores teóricos) pero nada impide que se escuchen otras voces, por ejemplo los discursos artísticos o filosóficos.
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