The Internet is broken (Que la fuerza nos acompañe!)

El número de enero-febrero de Wired (edición del Reino Unido) irrumpió en los kioscos y pantallas con un titular digno de la mejor tradición de la revista: The Internet is broken. Entre los convocados para responder a este desafío se encontraban desde viejas glorias como Vint Clerf, Jaron Lanier y Tim Berners-Lee hasta jóvenes inquietos como Aral Balkan.

De todas las reflexiones y propuestas que incluye el dossier de Wired me quedo con un hilo que me interesa particularmente para analizar desde la perspectiva de la ecología de los medios: aquel donde se revisa la evolución de las infraestructuras digitales de intercambio de datos. Trataré de resumirla brevemente antes de llegar a las estrategias de salvataje de la red.

Mainframe 1.0

Las primeras máquinas digitales -como la ENIAC de 1946- eran inmensos armatostes que pesaban varias toneladas, consumían más energía que una ciudad y levantaban temperaturas caribeñas. En las dos décadas siguientes, gracias al reemplazo de las válvulas por los transistores y, ya al final de los años 1960, por microprocesadores, las máquinas digitales fueron reduciendo su volumen e incrementando su capacidad de procesar datos y su memoria. Las décadas de 1960-70 fueron la edad de oro de los sistemas mainframe  (ver foto); en estos sistemas las funciones de cálculo (CPU) y memoria estaban centralizadas y los usuarios -por lo general empleados administrativos- interactuaban con la máquina a través de una red de terminales que solo tenían teclado y pantalla. En otras palabras, eran terminales «bobos» (dumb), sin capacidad de pensar ni guardar información. Esta imagen de Microsoft representa cómo funcionaba la cosa:

La era del PC

La difusión de los ordenadores personales a comienzos de la década de 1980 cambiaría paulatinamente este esquema. Por un lado, el abaratamiento de los chips hizo que las personal computers (PC) pudieran pensar por su cuenta; por otro lado, al caer también el precio de las memorias (discos duros) estas máquinas alcanzaron una autonomía total, especialmente en ámbito hogareño y en pequeñas empresas e instituciones.

Pero muchas grandes empresas e instituciones -como las universidades- necesitaban que sus máquinas estuvieran interconectadas. De esta forma, los sistemas mainframe se descentralizaron y sustituyeron los viejos terminales tontos por PC, convirtiéndose de hecho en arquitecturas cliente/servidor. Según la Wikipedia

La arquitectura cliente-servidor es un modelo de diseño de software en el que las tareas se reparten entre los proveedores de recursos o servicios, llamados servidores, y los demandantes, llamados clientes. Un cliente realiza peticiones a otro programa, el servidor, quien le da respuesta. Esta idea también se puede aplicar a programas que se ejecutan sobre una sola computadora, aunque es más ventajosa en un sistema operativo multiusuario distribuido a través de una red de computadoras.

Estos sistemas, como decía Microsoft, reunían «lo mejor de ambos mundos»: algunas operaciones las realizaba el servidor y otras el ordenador personal, distribuyendo de esa manera tanto la memoria como el procesamiento de datos. La siguiente imagen muestra esta fase del desarrollo de las redes internas (intranets):

Mainframe 2.0

La World Wide Web y buena parte de los servicios digitales que hoy disfrutamos se construyeron sobre una arquitectura cliente/servidor. Sin embargo poco a poco la evolución de las redes, la explosión de dispositivos móviles y la creciente cantidad de contenidos distribuidos vía Internet nos está llevando a un regreso al pasado. En breve: estamos volviendo a sistemas donde los datos están centralizados en un megaservidor y nuestras pantallas tienden a convertirse en terminales tontos que sólo sirven para elegir una serie o aplicar un filtro a una foto. En este contexto un puñado de empresas tienen el control de esos servidores y las interfaces de acceso, demoliendo con sus prácticas los principios de neutralidad y apertura que caracterizaron desde su nacimiento a las redes digitales.

Según Aral Balkan, un «cyborg rights activist»  entrevistado por Wired, …

«… if you look at the history of computing, it’s gone back and forth between centralised and decentralised computing. We started with mainframes. Then we had the era of personalised computing, which was the last time we had decentralised technologies that we owned and controlled. Then we went into the era of the web, where we took this client-and-server technology into an enzymatic pool of capitalism, which incentivises these servers to scale vertically. So we’re in mainframe 2.0 and these servers grew, coalesced and became the Googles and the Facebooks. We’re connected to computers we don’t own. Our activity has given them extraordinary power.»

Cuando algunos (que son muchos) dicen que Internet está «broken» se refieren precisamente a esto: un pequeño grupo de actores, los llamados «supernodos» de la red como Facebook o YouTube, controlan los datos y su explotación económica.

Esta oposición entre arquitectura centralizada/descentralizada, sumada a la oposición entre webs centrífugas/centrípetas, me parece fundamental para mapear las formas que asumen las transformaciones del ecosistema mediático en general y de la red digital en particular. Ambos pares de oposiciones están fuertemente vinculados y nos resultan de gran utilidad para analizar la evolución de los grandes actores de ese ecosistema. Por ejemplo: si en el año 2000 Google era un search-engine al cual solo le interesaba llevarnos en pocos microsegundos a la información que buscábamos (modelo centrífugo) en el contexto de una arquitectura altamente descentralizada (Google no guardaba archivos, solo los datos de navegación), hoy le interesa que pasemos mucho tiempo dentro del nicho-Google (Google Mail, Google Drive, YouTube, Hangout, etc.), o sea que apuesta por un modelo centrípeto en el contexto de una arquitectura en proceso de centralización donde los archivos (vídeos, documentos, hojas de cálculo, etc.) están en una nube que ellos controlan.

¿Qué hacer?

Las iniciativas son varias pero todas apuntan en una misma dirección: inaugurar una nueva fase de descentralización de la red que, sin renunciar al valor agregado que significa la interconexión, permita a los ciudadanos usarla sin ser espiados ni que sus datos sean impunemente explotados. Por ejemplo el proyecto Solid que dirige Tim Berners-Lee en el MIT busca separar la aplicaciones de las informaciones que generan. Tal como explica Wired

Most companies offer an all-or-nothing approach to data sharing: to access their services, we must agree to hand it over. As well as limiting control over how data is used, the model keeps web monopolies by exacerbating the effect of vendor lock-in: Facebook owns the data you’ve produced while using it (…) An app built using Solid architecture would ask users where they want to store their data. You might decide to designate your private cloud storage for social media, and a work server for professional projects. You’d retain ownership over data, and any app following Solid standards would need to ask for access.

Aral Balkan, a través de ind.ie, ha lanzado una aplicación para evitar el tracking de datos en el navegador Safari. Algunos apuestan por la nueva Digital Object Architecture (DOA) mientras que otros grupos como Namecoin están experimentando con la tecnología Bitcoin/blockchain para construir sistemas peer-to-peer más descentralizados. El espíritu original de la red sigue vivo y no se entregará sin dar batalla.

The last Jedi?

Bajo otras premisas, con otros actores y en un nuevo terreno de batalla el viejo conflicto entre república (res-publica) e imperio sigue vivo. En esta saga se está construyendo no una sino varias Estrellas de la Muerte pero los viejos Jedi de la red se niegan a entregar las espadas láser. Los aprendices, mientras, se preparan para enfrentar al Lado Oscuro.

Que la Fuerza nos acompañe.

 

Bonus tracks

2 Comments

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  1. Dr. Scolari: sigo el curso de sus ideas con avaricia, lo leo con avaricia. Vivo en Argentina y las barreras de las editoriales están aún vigentes ¿podría publicar sus obras en formato e-book accesible para una comunidad más amplia, como lo hizo con e-clic? Agradezco cada una de sus publicaciones. Celebro su obra como un día la de ese maestro que fue y es, desde otro lugar, José Luis Brea.

  2. Maquinaria desatascos marzo 6, 2018 — 3:06 pm

    Muy acertado, pero el poder del imperio es cada vez más fuerte. Uff!!

    Enhorabuena por el sitio, es una delicia.

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