iMagazines: la evolución de las interfaces informativas.

La difusión de una nueva generación de dispositivos de comunicación con interfaces táctiles como el iPad y la consolidación de innovadoras lógicas de producción/consumo están reformulando el panorama de la edición y la información. Las revistas en línea nacidas en los 1990 -como Wired.com– están entrando en una nueva fase de mutación que lleva al nacimiento de lo que podemos llamar la iMagazine. ¿En qué se diferencia una iMagazine de la clásica revista en línea? Por un lado estas nuevas publicaciones siguen ofreciendo un contenido interactivo y multimedia pero ahora, para ser consumido, debe ser leído a través de una aplicación diseñada para dispositivos móviles. ¿Por qué pasar los contenidos multimedia e interactivos que ahora se consumen en la web a una aplicación? Los motivos son fundamentalmente económicos.

Las aplicaciones para dispositivos móviles son sistemas cerrados («walled gardens») que no pueden ser pirateados o copiados. Por este motivo las editoriales han visto con entusiasmo la llegada del iPad en abril 2010: se trata de un dispositivo que naturaliza la interacción con el contenido multimedia por medio de la pantalla táctil y, al mismo tiempo, ofrece un modelo de negocios potencialmente exitoso, similar al del iTunes Store de Apple. Si los consumidores pagan por las canciones que llenan sus iPods ¿por qué no pagarán por contenidos informativos para sus iPads?

Desmontando una iMagazine
Las primeras iMagazines han abierto el debate. Entre las pioneras se encuentra obviamente Wired. La publicación por excelencia de Silicon Valley fue una de las primeras en salir al mercado; actualmente vende la aplicación/revista a 2,99 U$S por ejemplar mensual (marzo 2011), un precio bastante más elevado que la suscripción anual de la revista impresa (10 U$S).

Según Chris Anderson, director de Wired, la nueva versión de la revista es un experimento que mira al futuro: «… The arrival of the tablet represents a grand experiment in the future of media. Over the next few months, we’ll integrate social media and offer a variety of versions and ways to subscribe in digital form. We’ll learn through experimentation, and we will watch closely as our readers teach us how they want to use tablets. There is no finish line. Wired magazine will be digital from now on, designed from the start as a compelling interactive experience, in parallel with our print edition. Wired is finally, well, wired» (Anderson, 2010).

Pasados los primeros momentos de emocionado fervor, los lectores no ahorraron críticas a la nueva versión de Wired para iPad. Según los usuarios la iMagazine tiene muchos límites, desde el elevado precio de venta (el cual se redujo con el correr de los meses) hasta el peso de la aplicación (500 Mb), pasando por la imposibilidad de compartirla con otros usuarios, copiar/pegar, o marcar una página. Algunos especialistas han sido particularmente implacables con esta interfaz.

Según Lewin «The Wired iPad app is like a CD-Rom, instead of the Internet.  In other words, the social networking stuff you can do if you browse Wired.com – commenting on it, twittering about it, liking it on Facebook, emailing links to it, quoting chunks of text, etc – is missing in action» (Lewin, 2010).

En el blog de la empresa Information Architects también apuntaron al formato retro de la iMagazine de Wired: «First, the paper magazine was crammed into the little iPad frame. In form of a PNG slide show. To compensate for the lack of interactive logic, this pretty package was provided with a fruity navigation. In the end it was spiced with in-app links, plucked with a couple of movies and salted with audio files (‘interactive’). Then it was off to marketing. And it sold 24,000 copies. Dammit. It’s the Nineties all over again…» (Information Architecture, 2010).

El mundo de las iMagazines no se agota en la aplicación de Wired. Otras publicaciones surgidas en los últimos meses siguen el mismo patrón de la revista cibercultural dirigida por Chris Anderson. Las aplicaciones para iPad de algunas publicaciones periódicas como Mac Magazine, Newsweek y Time presentan las mismas virtudes y desventajas de Wired.

Gramáticas de interacción
Dado que se trata de un sistema complejo, resulta imposible predecir la evolución de las interfaces de lecto-escritura. El futuro de las interfaces reside en las relaciones que ellas establezcan con los otros nodos de la red sociotécnica. Las interfaces nunca están quietas: se fusionan, recombinan y reinventan a partir de las relaciones que establecen con otras interfaces. Por otro lado, la historia de la tecnología nos enseña que existe una distancia entre las estrategias de los diseñadores y las tácticas de los usuarios. Tal como expliqué en mi libro Hacer Clic (Gedisa, 2004), la dinámica usuario-interfaz ocupa un lugar fundamental en la evolución del sistema de las interfaces.

Las interfaces nunca mueren, se reciclan y reaparecen en otros soportes materiales. Muchos elementos de la interfaz del papiro (como las listas o los incipits) fueron adoptados por el códice de pergamino, y de allí pasaron a los libros impresos en papel. En este sentido la interfaz de las iMagazines es una combinación de interfaces ya conocidas por los usuarios: el diseño ortogonal, la combinación de texto + imagen, el uso del código tipográfico para significar, la organización de la información en secciones/columnas/páginas y la publicación de artículos de opinión de una temática especializada provienen de las revistas impresas; la multimedialidad, el texto cerrado y algunos dispositivos de navegación fueron desarrollados para los CD-Roms de los años 1990; el sistema de interacción con la pantalla táctil proviene del iPhone y la web, y las revistas en línea aportan la multimedialidad y la interactividad.

Por otro lado, las iMagazines todavía no han estabilizado su gramática de interacción. ¿Qué significa esto? Que no hay dos revistas que se naveguen de la misma forma. Esto ha generado problemas de consistencia (ver vídeo) que algunos expertos en usabilidad como Jakob Nielsen no tardaron en remarcar (ver su informe iPad Usability: First Findings From User Testing). En este contexto de inestabilidad surgen cada semana nuevos formatos y propuestas, desde la formidable Flipboard -definida como «your personalized social magazine»- hasta The Daily, quizás uno de los proyectos más ambiciosos generados desde el sector informativo tradicional.

Como siempre digo, resulta fascinante ver nacer y evolucionar a un nuevo medio. A pesar de todas las contradicciones que he mencionado, los iPad están reconfigurando el mundo de la edición y la información. Las tensiones que genera la llegada de esta nueva especie y los esfuerzos que todos los actores del ecosistema realizan para adaptarse y sobrevivir merecen nuestra mayor atención.

Bonus tracks:
Don’t forget the readers
The Truth Behind the Failure of iPad Magazines
Kindle vs iPad: the Reed College comparison
Porqué es tan importante la experiencia de The Daily
The art of slow reading
iPad Review: The Daily

One Comment

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  1. Profesor Scolari:
    Hace ya varios meses sigo con interés su blog Hipermediaciones, pues en él encuentro pistas muy certeras para aproximarme a las mutaciones de nuestro cambiante ecosistema comunicativo. Le agradezco mucho el poder iniciar con usted este diálogo, y le ofrezco el trabajo que inicié a partir de enero en mi blog Lectores en la red, dedicado a estudiar las nuevas funciones de los lectores/usuarios digitales.

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